La Asamblea del PRO estableció que “no se fusionará con otro partido”

La Asamblea del PRO marcó un punto de inflexión al definir que el partido no se fusionará con ningún otro, lo cual desencadenó en una ruptura interna. La pelea entre Mauricio Macri y Patricia Bullrich, que venía gestándose desde el pacto de Acassuso, quedó al descubierto en una tumultuosa reunión que terminó con gritos y divisiones irreconciliables.

La propuesta de fusión promovida por Bullrich implicaba no solo un cambio en la estrategia política del partido, sino también la disolución de la estructura que Macri había construido durante dos décadas. La frase "El PRO no se fusionará con otro partido" se convirtió en el punto central de un conflicto que tiene consecuencias tanto políticas como personales.

La disputa, que se tornó pública en febrero cuando Bullrich mencionó por primera vez la posibilidad de fusión con La Libertad Avanza, desató una serie de tensiones que colocaron a los dirigentes del partido en veredas opuestas. A pesar de no bloquear posibles acuerdos futuros, la decisión de la Asamblea deja en evidencia las diferencias internas que podrían influir en las elecciones del próximo año.

En medio de la incertidumbre sobre el futuro del partido, surgen interrogantes sobre quién liderará la próxima etapa del PRO y cómo se conformarán las próximas listas electorales. Mientras Macri se aferra al control del partido, Bullrich y sus seguidores mantienen una postura firme respecto al camino que pretenden seguir, apoyando a Javier Milei y buscando un cambio radical en la política argentina.

Las declaraciones de Bullrich, en las que destacó la importancia de continuar con el rumbo actual y enfrentar los problemas del país con determinación, reflejan la firmeza con la que el sector bullrichista está dispuesto a avanzar. Por su parte, Macri enfrenta el desafío de mantener su influencia política ante la posibilidad de una fusión que lo podría relegar a un segundo plano.