Histórica victoria en elecciones británicas: el Partido Laborista obtiene 412 escaños en el Parlamento

El Partido Laborista liderado por Keir Starmer ha logrado una aplastante victoria en las elecciones generales de Reino Unido, al asegurarse 412 escaños en el Parlamento, más del doble de los obtenidos en 2019.

Este resultado ha dejado al Partido Conservador, liderado por Rishi Sunak, en una situación desfavorable, con tan solo 121 escaños, lo que representa una pérdida significativa de 244 escaños en comparación con los comicios anteriores.

Además, los Liberal Demócratas han emergido como la tercera fuerza política en el país, con 71 escaños, mostrando un aumento de 63 asientos respecto a la última elección. Por otro lado, el Partido Nacionalista Escocés ha experimentado una disminución en su representación, perdiendo 39 escaños y manteniendo únicamente 9 diputados en el Parlamento.

Una de las novedades de estas elecciones ha sido la entrada al Parlamento de la ultraderecha representada por Nigel Farage y su partido Reform UK, que ha conseguido cuatro escaños, incluyendo el del mismo Farage en la circunscripción electoral de Clacton-on-Sea. Este resultado ha significado una sorpresa en la contienda electoral, marcada también por la derrota de varios dirigentes conservadores destacados.

Figuras como Grant Shapps, ministro de Defensa, y Alex Chalk, ministro de Justicia, han perdido sus escaños en favor de candidatos de otros partidos, como el laborista Andrew Lewin y el liberal-demócrata Max Wilkinson, respectivamente. Inclusive, la ex primera ministra Liz Truss ha sido desbancada en su circunscripción del suroeste de Norfolk por un candidato laborista.

La participación ciudadana en estas elecciones ha sido la segunda más baja en la historia del Reino Unido, alcanzando un 60%. Este dato refleja un cierto desinterés o descontento en la población respecto al proceso electoral, a pesar del impacto significativo que los resultados tendrán en la dirección del país en los próximos años.