Estafas virtuales: le robaron más de $ 7 millones con una maniobra telefónica

La canción del involvidable Carlos Gardel, asegura que en el silencio de la noche, cuando todo está en calma, “el músculo duerme” pero “la ambición descansa”, pensando, tal vez, en una nueva forma de quedarse con nuestros ahorros. Por eso, las viejas y conocidas maniobras de estafas van modificándose sobre la marcha, cambiando el formato y los estímulos para que parezcan nuevas.

Del simple engaño telefónico se pasó a la utilización de aplicaciones “espías”, como “Team Viewer”, diseñada para prestar asistencia informática a distancia pero que en manos de los ciber delincuentes se transformó en una herramienta útil para vaciar cuentas bancarias ajenas.

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Y ahora se conoció una nueva estrategia, un poco más elaborada, para habilitar que una persona – la víctima -, se allane a instalar la app. Utilizando una estrategia que incluye una “puesta en escena” para confundir a la ocasional víctima. Al modo de “Los Simuladores”, pero para el mal.

Mediante un mensaje que empezó a viralizarse a través de whatsapp, se explicó lo que le ocurrió a una mujer de nuestra ciudad: tomaron un crédito bancario y le desvalijaron la cuenta, por más de siete millones de pesos desde su propio teléfono celular.

Todo comenzó con un incidente común, de los que puede haber muchos durante el día: una mujer regresó a su vehículo y se encontró con el espejo roto. Había una nota muy amable del supuesto autor de la mala maniobra y un número de teléfono.

Así empezó la historia: la víctima se comunicó y se intercambiaron los datos necesarios para empezar a realizar los trámites ante la compañía aseguradora. A los pocos días, un supuesto empleado de “Rivadavia Seguros” se comunicó con ella y en un momento le pidió hacer una video conferencia.

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En ese link venía la aplicación Team Viewer, que les permitió acceder al teléfono de la mujer, a todas sus conexiones y – fundamentalmente - , a todas sus cuentas. Así que pudieron tomar un crédito en el Banco Galicia por seis millones de pesos; y después transferir todo ese monto (más lo que tenía la propia mujer), a la cuenta de Mercado Pago. Desde allí, inmediatamente, se transfieron a otras personas el total de 7,4 millones de pesos.